El registro digital obligatorio y la reducción de jornada, claves de la reforma laboral que se implementará este año.
En 2025, España implementará una reforma significativa en la legislación laboral relacionada con el registro horario de los trabajadores. Una de las principales novedades es que las empresas estarán obligadas a adoptar sistemas digitales para el control de las horas trabajadas, eliminando el uso de métodos manuales como hojas Excel o fichas de papel. Además, se establece una reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, sin recortes salariales, lo que implicará ajustes en los sistemas de trabajo de las empresas.
La nueva normativa también refuerza el derecho de los empleados a desconectar de las herramientas digitales fuera de su jornada laboral. Entre sus objetivos destacan la mejora de la productividad, la reducción de errores en el cómputo de horas extras y la optimización de la conciliación entre la vida laboral y personal. Sin embargo, las empresas, especialmente las pequeñas y medianas, deberán adaptarse a estos cambios rápidamente para evitar sanciones, que pueden oscilar entre 1.000 y 10.000 euros por trabajador afectado. La nueva ley promete un control más transparente y efectivo del tiempo de trabajo, y, aunque se prevén beneficios para los trabajadores, también surgen preocupaciones sobre cómo se gestionará esta transición y su impacto en la carga de trabajo.